La obstrucción pulmonar crónica, también conocida como EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es una enfermedad que dificulta la respiración.
Existen dos formas principales de EPOC:
- Bronquitis crónica: Bloqueo de los bronquios que dificulta la respiración.
- Enfisema: Destrucción de los alvéolos, que dificulta obtener el oxígeno y eliminar el dióxido de carbono de la sangre. También dificulta exhalar.
La principal causa es la exposición prolongada a sustancias que irritan y dañan los pulmones, como el humo de cigarrillo, contaminación ambiental o vapores químicos.
Los principales síntomas que produce esta enfermedad son la disnea, sensación de ahogo en actividades diarias, respiración sibilante, opresión en el pecho, tos y aumento de la mucosidad.
Existen cuatro estadios distintos de EPOC, según la OMS:
- Leve: Limitación leve del flujo de aire. A veces se queda sin aliento si realiza una tarea pesada o camina rápidamente.
- Moderada: Limitación del flujo de aire que causa síntomas como tos, tos con expectoración y falta de aire durante el ejercicio físico. Es posible que le cueste realizar tareas pesadas. Puede tardar semanas para recuperarse de un resfriado o una infección de las vías respiratorias.
- Grave: Limitación del flujo de aire es incluso mayor. Respira con dificultad tanto durante el día como durante la noche. Padece fatiga, limitaciones en las actividades diarias y exacerbaciones repetidas que afectan a la calidad de vida.
- Muy grave: Grave reducción del flujo de aire, también afecta al corazón y los vasos sanguíneos. En ocasiones es necesario administrar cantidades diarias de oxígeno suplementario. Necesita cuidados médicos y rehabilitación constantes. Sin una mascarilla de oxígeno no puede sobrevivir.
En este sentido, los Tribunales han venido concediendo una incapacidad permanente total cuando se padezca obstrucción pulmonar crónica en grado moderada o severa, para trabajos que requieran esfuerzos físicos, actividades de riesgo, deambulación continuada y/o soportar situaciones de estrés. Asimismo, que la enfermedad vaya unida a otros padecimientos de carácter leve, que puedan incidir o agravar las dificultades respiratorias, como es la obesidad.
Por otro lado, se atribuirá una incapacidad permanente absoluta en caso que el EPOC curse conjuntamente con otras patologías graves como una importante dolencia cardiaca, que dará como resultado un estado físico residual incompatible con cualquier actividad laboral.
Asimismo, de acuerdo con la doctrina jurisprudencial, se otorgará la incapacidad permanente en grado de absoluta cuando las afecciones pulmonares activas concurran con silicosis en primer o segundo grado, así como con derrame pleural y calcificación causadas principalmente por el amianto, por lo que daría lugar al reconocimiento del aludido grado de incapacidad si bien por enfermedad profesional.
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